Las Máquinas
“Si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, entonces debe ser inteligente”. Bajo esta afirmación, Alan Turing expuso en 1951 su pensamiento respecto a si las máquinas podían o no pensar.
Turing defendía que si una máquina tiene un comportamiento inteligente en todos los aspectos, entonces es inteligente. Para someter esto a examen, creó el test de Turing: una persona actuando como juez se coloca en una habitación y, en otra, una persona y un ordenador.
Si existe alguna esperanza de conseguir máquinas que sean “inteligentes”, en el sentido de que sus razonamientos y los resultados que proporcionen no se puedan distinguir de los propios de los humanos, estas serán algún tipo de computadora. Y como el funcionamiento de las computadoras se basa en última instancia en el modelo de las máquinas de Turing, podremos decir que Turing fue un precursor de la inteligencia artificial.
Más tarde Alan Turing se aventuró a manifestarse acerca de cuándo podría decirse que se habían construido máquinas que, efectivamente, pensaban. En 1950 publicó un artículo en la revista de filosofía Mind, titulado “Maquinaria de computación e inteligencia”, en el que escribió: “Creo que aproximadamente en los próximos cincuenta años será posible programar computadoras para que puedan desarrollar el juego de imitación tan bien que un interrogador medio no tendrá más del 70% de probabilidades de realizar la identificación correcta después de 5 minutos de preguntas. Sobre la cuestión inicial, ‘¿Pueden pensar las máquinas?’, creo que no posee el suficiente sentido como para que merezca discutirse. Sin embargo, pienso que al final del siglo el uso de palabras y de opiniones razonadas de tipo general se habrá modificado tanto que uno podrá hablar de máquinas que piensan sin esperar que le contradigan”.
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